¿Cómo se diagnostica la ERC en los gatos?
Análisis de sangre: Más allá de la urea y la creatinina
El diagnóstico precoz es crucial. Los análisis de sangre que miden las toxinas urémicas ofrecen información sobre la tasa de filtración glomerular.
SDMA: un biomarcador sensible
La dimetilarginina simétrica (SDMA) es un biomarcador sensible, que facilita la detección precoz de la disfunción renal. Su utilidad para identificar la disfunción renal en las fases preclínicas es significativa.
Análisis de orina: Evaluación Renal Integral
El análisis de la densidad de la orina y la proteinuria complementa los análisis de sangre, proporcionando una evaluación completa de la función renal. Los cambios sutiles de estos parámetros pueden servir de indicadores precoces, orientando la precisión diagnóstica.
Monitorización de la presión arterial
La hipertensión es una comorbilidad frecuente en la ERC. La monitorización regular de la presión arterial ayuda a detectarla precozmente, lo que permite un tratamiento proactivo y mitiga las posibles complicaciones.
Modalidades de imagen y biopsia renal
Las radiografías y ecografías desempeñan un papel fundamental en la evaluación de la arquitectura renal. La detección de anomalías estructurales informa sobre las decisiones terapéuticas y el pronóstico.
La biopsia renal, aunque invasiva, proporciona información valiosa sobre los cambios histopatológicos.
Etapas de la enfermedad renal crónica en gatos
Conocer los estadios de la ERC ayuda a adaptar las intervenciones en función de la gravedad de la enfermedad. El sistema de estadificación de la Sociedad Internacional de Interés Renal (IRIS) clasifica la ERC en cuatro estadios, siendo el 1 el más leve y el 4 el más grave.
Más información sobre las directrices IRIS aquí
Pronóstico de los gatos con ERC
El pronóstico de la ERC felina varía de un paciente a otro, pero detectar la enfermedad en sus fases iniciales puede ayudar mucho a mejorar los resultados. Tu veterinario trabajará para conocer en profundidad los factores individuales, incluido el manejo de cualquier otra enfermedad concurrente y la evaluación de la respuesta a los tratamientos, a fin de proporcionar un pronóstico específico para tu gato.